El nombre de Celia significa  para los cubanos más que historia, el modelo de la autentica  mujer: Humana, delicada, valiente, Celia Sánchez Manduley, fue una heroína que se ganó el amor de los cubanos.

                                                                               

Primera fémina  que arribó a la Sierra Maestra para combatir en el Ejercito Rebelde, fundadora  del movimiento VEINTISEIS de Julio, luchadora de la clandestinidad, está presente en cada obra de la Revolución.

                                                  

Su principal papel en la guerra que condujo al triunfo del PRIMERO de enero fue  la preparación del desembarco del Gramma. Mujer  de principios firmes y Fiel a las ideas de la Revolución y Nuestro comandante en jefe.

                                             

En  MIL NOVECECIENTOS CINCUENTA Y SIETE Fidel  dijo:   “Y en cuanto a la Sierra, cuando se escriba la historia de esta etapa revolucionaria, en la portada tendrán que aparecer dos nombres: David y Norma”, es decir, los nombres que utilizaban Frank País y Celia Sánchez como seudónimos para la lucha.                                         

                                          

TREINTA Y DOS años se cumplieron de aquel ONCE de enero en que la genuina revolucionaria dejó de existir físicamente,  porque su quehacer está  en cada Obra de la Revolución, y sobre todo en los niños con quienes fue  dulce y amorosa.

                                                       

La valiente mujer que adornaba su cabello con su flor predilecta: La Mariposa; es considerada como la madre adoptiva de muchos cubanos, el  pueblo la admira entre otras virtudes por su sabiduría a la hora de aplicar justicia, muchas personas le  escribían con la fe que Celia daría solución a problemas que a veces parecían imposibles de resolver y sin embargo ella  habría puertas.

                                              

Celia Sánchez Manduley,  el pueblo rememora todo el bien que hiciste, dejaste una huella imperecedera en la patria que se honra con hijas de  tu estirpe.