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Cubavanza

5 de diciembre de 1956 El revés de Alegría de Pío

Tras la difícil travesía por el Mar Caribe de siete días de hambre y de mareos continuos, a los expedicionarios del Granma les aguardaba aún una nueva adversidad antes de ganar tierra firme. El yate, por un error, arribó a un pequeño tramo pantanoso de la costa de Belic lanzando a los 82 hombres a un extenuante esfuerzo de varias horas en una ciénaga de fango, mangle y agua.

Esta circunstancia hizo aún más precario el estado físico de los combatientes después del desembarco, que, primero Juan Manuel Márquez, y luego el Che, con su fino sentido del humor, describieron aquel momento como el "naufragio" del Granma.

Ya la presencia del yate expedicionario había sido denunciada, y fuertes contingentes de tropas de la tiranía se movilizaban hacia la región, en tanto que aviones de guerra sobrevolaban continuamente en busca de indicios de la columna rebelde.

En esas condiciones, en la mañana del 5 de diciembre, los combatientes revolucionarios acamparon a la orilla de un cañaveral, en un lugar conocido como Alegría de Pío, preparándose para descansar y esperar la noche.

Poco después del mediodía sonaron los primeros disparos, generalizándose de inmediato un cerrado tiroteo. Los expedicionarios habían sido sorprendidos por el enemigo, y bajo el intenso fuego, se dispersaron. En medio de la confusión y la balacera fueron inútiles todos los intentos por reagruparlos.

Tres combatientes cayeron en el combate. Otros fueron heridos.

De una forma u otra, 79 combatientes lograron retirarse del lugar en pequeños grupos y en esas difíciles circunstancias, perdidos los contactos, algunos prosiguieron la marcha rumbo a la Sierra Maestra.

Perseguidos encarnizadamente por la tiranía, 38 expedicionarios fueron apresados por la soldadesca y 18 de ellos asesinados alevosamente. Los 20 restantes fueron juzgados por el Tribunal de Urgencia de Santiago de Cuba y condenados a penas de seis años de prisión.

Otros combatientes lograron llegar a las ciudades y en ellas se reincorporaron nuevamente a la lucha revolucionaria.

Veinte días después del revés de Alegría de Pío, el 25 de diciembre de 1956, Fidel y unos 15 supervivientes, armados con un puñado de fusiles, dejaban la casa del campesino "Mongo" Pérez, que les brindó eficaz ayuda, y emprendían la marcha hacia los picos de la Sierra Maestra "donde —como consignaron en un documento— seguiremos luchando hasta vencer o morir".

Caídos tras el desembarco del Granma

1. Andrés Luján Vázquez, Chibás

2. Pedro Eduardo Reyes Canto

3. René Orestes Reiné García

4. Juan Manuel Márquez Rodríguez

5. Israel Cabrera Rodríguez

6. Miguel de Jesús Saavedra Pérez

7. Félix Elmuza Agaisse

8. Oscar Rodríguez Delgado

9. Armando Mestre Martínez

10. Tomás David Royo Valdés

11. Santiago Liberato Hirzel González, Jimmy

12. Luis Arcos Bergnes

13. Noelio Capote Figueroa

14. Raúl Florentino Suárez Martínez

15. Cándido González Morales

16. José Smith Comas

17. Humberto Raimundo Lamothe Coronado

18. José Ramón Martínez Álvarez

19. Miguel Cabañas Perojo

20. Antonio López Fernández, Ñico

21. René Bedia Morales

TOMADO DEL PERIODICO GRANMA ORGANO OFICIAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA

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