PARA JULIO IGLESIAS CON LOS OJOS DEL AGUA

POR: ARIATNA ZAYAS LABRADA

ESCRITORA Y PROMOTORA DE LA CASA DEL JOVEN CREADOR EN CIEGO DE AVILA.

ESTE TRABAJO HA SIDO ENVIADO A LA DIRECCION ELECTRONICA DEL CANTANTE

 

Un modesto agradecimiento por todo el bien que me hace.

 

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La carrera de Julio Iglesias se ha caracterizado por evolucionar constantemente la excelente voz melódica, por diversificar arreglos paralelos a la incorporación de variados géneros en su repertorio, por trascender más allá del tiempo. “La Vida Sigue Igual” solo marcó el camino, aunque es un título, una filosofía, un tema conceptualmente redondo, matizado por el ángulo optimista presente en sus temas aún cuando canta sobre el infortunio. La dedicación a un estudio pluricultural le permite ofrecernos temas polisémicos sin perder un ápice de su cualidad vocal aún cuando se pronuncia prácticamente desde la condición de polígloto.

En este trabajo aparecen desglosados algunos de los argumentos que en mi criterio nos lo ubican en la categoría de “CANTAUTOR EXCEPCIONAL”.

 Especifico que no es la vida personal del cantante lo que más me concierne, aunque cualquier detalle relacionado con sus circunstancias principales puede constituir la explicación a tantos dones apreciados en todos los volúmenes de su obra a los que he tenido alcance.

Abunda en mí la certeza cuando siento que la carrera de Julio es tan diversa como subliminar. Mi modesto alcance para la apreciación artística indica que por la envergadura de su obra nadie podría calificar de algún modo el quehacer cultural de Julio Iglesias sino se definen indicadores y esto es totalmente independiente de la preferencia de cada cual, en esta ocasión me refiero a siete elementos que funcionan como hitos en este análisis : valor conceptual sostenido y número de compocisiones, estabilidad y sensualidad de su melodía, popularidad con incidencias globales a partir de la diversidad idiomática y de géneros recorridos, la forma en que mezcla distintos ritmos (principalmente latinos) y la manera en que los hace interactuar, cantidad de dúos exitosos, intertextualidad presente en sus compocisiones, arreglos musicales a su cargo y como si fuera poco actitudes para la actuación aunque este último no es un elemento esencial sino más bien complementario en su amplia carrera.

En temas como “Quijote”, “Soy”,”Vida”, “De niña a mujer” y hasta aquellos como “Divorcio”, “Me Siento de Aquí”, que entre otros quizás menos metafóricos pero tan hermosos como los anteriores, se revela el espectro muy polisémico de sus meditaciones, le canta a la familia y sus emblemas pero desde posiciones dinámicas, a la adolescencia y sus transformaciones, a la emigración humana, están presente la naturaleza y los arquetipos que acompañan a todo poeta, su afición por el Caribe y su proyección hacia la diversidad geográfica y socio-cultural son muy evidentes desde el punto de vista de la integridad discográfica y en vivo desde sus conciertos, de ahí que la obra de cualquier autor es el reflejo vivencial y cognitivo del artista. No voy a dilatar mi reseña ejemplificando los temas con los que pudiera enunciar que por lo general sus canciones gozan de la admiración popular (con retomar cada álbum sería suficiente): es como si fuera el cauce donde confluyen y viajan esbeltas la voz, la música, la peculiaridad interpretativa que trasmiten sus temas por la manera en que concierta lo intimista con lo universal a través de lo coloquial y lo metafórico de sus temas, la coherencia profunda hasta para escoger y cantar canciones de otros, la diversidad idiomática, entre otras características de su personalidad carismática y triunfadora.

Su coloreada atmósfera interior lo define como un cantante extremadamente versátil. La filosofía llevada por el poeta que es, ya vivió en el futbolista, en el artista, transportó al empresario, al enamorado…

El mundo ha dado grandes artistas, excelentes voces en todos los géneros, unas cuantas buenas canciones han brotado de muchos compositores; pero sin dejar de reconocer el talento que prefieran otros, supongo que nadie cuestionaría el potencial percibido en las letras de Julio, por lo general proporcionan una tendencia a elevar la autoestima aún cuando canta al desamor o a otras frustraciones, esto no se evidencia de manera estable y a veces ni siquiera de forma aislada en otros famosos, es entonces cuando percibo después de cada aurora como propician sus canciones una verdadera reconciliación intrínseca por contenido y forma, en los casos menos relevantes sus temas distraen con coherencia y simpatía, eso no lo produce de manera estable cualquier autor e interprete; su integridad como cantautor reposa en la variedad temática y el volumen de temas escritos junto a ese timbre suave, pero atrevido de su voz, de su voz arriesgada en el recorrido por diversos géneros e idiomas, la manera en que acierta al escoger los músicos y arreglos con que trabaja, la capacidad para trasmitir la sensación de haber cantado y vivido objetiva y subjetivamente las zonas corpóreas e incorpóreas más insospechadas por la mayoría del género humano.

Su recorrido por temas antológicos con diversos antecedentes de interpretación como “La Gota Fría”, “Paloma”, “Candilejas”, entre otros, demuestran cómo logra establecer su modo, incluso bastante difícil de superar el arreglo que ofrece y su melodía.

Esta reseña es la consecuencia de mi preferencia musical argumentada, nacida allá por los años 90, un nexo poético y conceptual me conquistó, aunque mis primeros versos datan de la infancia y ya por ese entonces Julio Iglesias andaba conmigo.

Imagino que nadie podrá negarme su singularidad, a lo dicho se agrega la frecuencia con que aparece el valor filosófico en sus temas, aunque toda obra siempre es perfectible y ante tantos valores considerables se hace innecesaria cualquier comparación directa. En esta ocasión tampoco voy a desestimar, entre otros elementos, lo atractivo e incluyente de sus videos, donde no discrimina a hombre o mujer por raza o cultura ni edad, estableciendo los nexos generacionales correspondientes, los ejemplos son múltiples en “Agua Dulce, Agua Salada”, en “Mal Acostumbrado”, entre otros. Lo cierto es que Julio es el REY de múltiples indicadores. No ha privado de sus letras a muchos en el mundo, la capacidad para preservar su voz musical en la diversidad de idiomas y culturas lo ha convertido hace mucho en un cantante único, universal por excelencia, imagino el orgullo de los españoles que aprecian su obra en toda la magnitud que posee y el de los caribeños que habitamos estas costas con las que de forma pronunciada él convive.

Es probable que hoy existan distintos reyes de la popularidad, jóvenes y menos jóvenes que aunque quizás diferentes entre ellos no consiguen alejarse mucho unos de otros, aunque puedan superarse popularmente en distintas partes; pero nuestro Julio puede ser el de un sitio y también el que en todas las porciones de mundo cuenta con alguien que lo necesita musicalmente como yo y lo prefiere para lograr estados sublimes o para recrear un poco de erotismo, es dudoso que alguna persona profunda y poseedora del buen gusto no prefiera en algún momento la compañía de Julio Iglesias en casa, muy independientemente de poder disfrutar de cualquier disco o canción de los otros famosos actuales o menos actuales.

Comenzar un comentario lírico o coloquial, favorable o desfavorable sobre alguien o sobre algo pudiera ser plano, patético, trunco, no así cuando el pronunciamiento fuera una conclusión surgida a la par de la suya. Éxtasis, relajación prolífera vivimos cuando Julio en sus temas nos retrata tan productivamente la realidad más controvertida que pueda existir.

Ahora solo voy a citar algunos ejemplos, pero ha de recrear usted la obra en cuestión para disfrutar individualmente de sus verdaderas joyas poéticas; la paradoja, la antítesis, la metáfora son recurrentes en sus temas y probablemente el uso haya sido de forma inconsciente como resultado de las alucinaciones frecuentes en el poeta: “no sé que hacer contigo ni te tengo ni te olvido”, “capitán de un velero que no tiene mar”, “quijote de un tiempo que no tiene edad”, “cantor de silencio”, “tengo a mi negra encendida del fuego que yo le apago”; el símil también es frecuente en sus composiciones, “soy como el río viajero que va besando las orillas […], soy como el río que pasa y se muere día a día”-; “Así Nacemos” no por antigua deja de ser la letra que solo se le ocurriría a un cantautor con la espiritualidad, la capacidad de análisis y el discernimiento de Julio y aunque no tengo la certeza de la autoría, su voz lo ajusta todo; aquí el símil como recurso poético nos ubica en el enlace biológico y filosófico del nacimiento y la vejez; temas como “Vida”,”Vuela Alto” aunque no son poseedores de títulos ni formas metafóricas de las que abundan en su obra, son las canciones que llevan de manera especial su impronta vital y difícilmente le hubieran brotado a otros, hace falta mucha interacción dinámica con cada pedazo de mundo y parece que Julio Iglesias codifica y se retroalimenta de cada información cotidiana.

La niña de siete años lo conoció en el cine; esa que soy desde entonces en sus juegos soñaba, percibía señales orgánicas y psíquicas relacionadas con la afinidad por el artista y su obra, posteriormente en la adolescencia me enamoraba, me veía retratada en “Baila Morena”, otros de sus temas me preparaban para las etapas venideras. La obra musical de Julio Iglesias es el buen amigo que me muestra la vida tal como es, con mucha magia verbal es su música la que me proporciona la paz en el mal tiempo, la meditación.

El vuelo erótico está en su propia esencia sonora y muy independientemente del tema de la canción que se escuche aunque, “Que no se Rompa la Noche”, “Derroche”, “Lo Mejor de tu Vida” pronuncian este aspecto; esta zona de su repertorio es muy atractiva, pero lo que lo hace distinto y me conmueve es el tiempo que ha dedicado en sus composiciones e interpretaciones a otras esferas humanas. Es significativo como nos aporta de manera sostenida y diversa, conceptos y definiciones en tantas notas musicales durante tantos años de carrera artística. Otros se ha estancado en el mismo modo de cantar, también existen cantautores con buenas piezas musicales, pero entonces no existe la mejor calidad de voz y viceversa. En Julio se conjugan todas las características que deben acompañar a un buen cantante, es impresionante como acomoda y diversifica su melodía, su clara dicción a cada ritmo en los que incursiona, a cada intérprete con los que hace dúos.

Muchas personas que conozco en Cuba ignoran la mayor parte de la obra de este ejemplar de la canción, no obstante muchos amigos lo han redescubierto conmigo.

Ni siquiera me importa que otros puedan cuestionar mi pasión argumentada, dada mi apreciación, lo cierto es que mi objeto de análisis es la más amplia extensión de lo realizado en la cancionistica mundial, esta valoración tiene sus raíces en los indicadores referidos al inicio.

He tardado mucho en escribir sobre Julio, aunque más bien creo que esta reseña se halla dentro de mí hace más de dos décadas, hemos vivido juntas la integridad de cada instante.

No ignoro que este cantante ha recibido infinitas expresiones de admiración, de reconocimientos y afectos múltiples de todas partes del mundo; tal vez mi trabajo no pueda abarcar en toda su magnitud la obra de este cantautor, pero he tenido el privilegio y la capacidad espiritual para recibir la sublimidad de sus encantos, he aquí la razón esencial de este análisis.

Si la telepatía fuera comprobable, imagino que el propio Julio Iglesias ya habrá percibido en algún sentido las palabras, las emociones de esta cubana de 35 años que le agradece su entrega a esta manifestación del arte con tanta incidencia positiva en el ámbito popular, sin embargo, por cuestiones paradójicas de la dinámica social este hecho puede haber lastimado otras esferas más cercanas al artista. Ante tanto sacrificio y sagacidad mi gratitud se ofrece y ha de volar con alas de evangelio; Julio “Con los Ojos del Agua” te he visto, sobre todo hoy que no me diluyo entre “Razones de Vidrio”, las comillas encierran los títulos de mis dos libros de poesía , el primero por Ediciones Ávila 2010, el segundo se encuentra en proceso de publicación por Ediciones Orto en Manzanillo, mi nombre es Ariatna Zayas, soy graduada de la Universidad Pedagógica de Ciego de Ávila desde el año 2000, actualmente me desempeño como promotora cultural de la Casa del Joven Creador avileña, mi familia vive en Carolina del Norte EEUU, ya he estado allá y pretendo volver el año próximo.([e-mail] - teléfono [phone])

He ofrecido mis datos y aunque no es muy importante este detalle puede ser necesario por si alguien desea devolverme algún comentario; sin embargo me es imprescindible concluir reiterando que aunque un día por fuerza natural Julio decida poner un límite a sus actos de creación nunca va ha ser menos grande su obra, superarlo en alguno de los indicadores nombrados es tarea magnánima para las nuevas generaciones y mientras alguien no me demuestre lo contrario JULIO IGLESIAS SEGUIRÁ SIENDO UN CANTANTE ÚNICO.