NOTABLE PERSONALIDAD DE LA CIENCIA UNIVERSAL.

POR ELIZABETH SISSI GONZALEZ ECHEMENDIA.

Un VEINTE de Agosto  pero de  MIL NOVECIENTOS QUINCE   muere el científico cubano  Carlos Juan  Finlay,  hombre talentoso que amó al trabajo y fue fiel a los postulados científicos con entera independencia de sus creencias religiosas.  

Notable personalidad de la ciencia universal, benefactor de la humanidad, dedicó  horas de su sueño  en busca de una explicación del por qué se producía la fiebre amarilla. 

Su teoría de transmisión de esta dolencia,  la expone el 18 de febrero de 1881, en el Congreso Internacional de Salubridad. Por primera vez se mencionaba el insecto  como vehículo de la pandemia. 

En esta ocasión, la teoría causó sensación al principio, pero posteriormente pasó a ser objeto de burla llamándose a Finlay "el médico del mosquito" y se le tuvo por loco.   

Después de 20 años, se puso a prueba la teoría del sabio cubano. Se llevaron a la  práctica los experimentos con los soldados del ejército español, quedando comprobado con testimonios irrebatibles que la fiebre amarilla se trasmitía de una persona a otra por la picadura del vector.  

Carlos Juan Finlay dejó iniciadas las investigaciones que habían de concluir años después al descubrimiento de la vacuna contra la terrible enfermedad. En el planeta se reconoce el valor de su obra. Fue Finlay  quien sentó el principio fundamental de la epidemiología cubana.   

Hace  más de un siglo, de sus descubrimientos. Este VEINTE de Agosto se conmemora el NOVENTA Y UN aniversario de su muerte. Pocos hombres se recuerdan pasado tanto tiempo, pero Finlay es un ser  selecto que no se olvida, es  luz de nuestra medicina, es de los que irradian sabiduría eterna.